Se llama así por James Humberstone, un ingeniero químico británico que emigró a Sudamérica en 1875.
Era conocido como el "oro blanco" y tenía una gran demanda en los países industrializados de Europa, que requerían grandes cantidades de fertilizantes naturales para cultivar la comida con la que debían alimentar a sus cada vez más grandes poblaciones.
"El trabajo no cesa, cuadrilla tras cuadrilla, trituradoras de salitre, calderas para hervirlo y cocinarlo en sus propios jugos… y el nitrato de sodio saltando a los tanques durante la noche y al siguiente día para ser enviados por todo el mundo"
Pero esta salitrera se ha conservado bien en el aire seco del desierto y las noches frías. Todavía se puede ver la antigua tienda de la compañía donde los trabajadores compraban sus alimentos y provisiones.
A lo lejos se puede ver la fabrica de salitre de la Oficina Santa Laura que con su imponente silueta llama la atención en pleno desierto.
En la plaza central, hay un quiosco de música y un cine que les proporcionaba entretenimiento. Además, contaba con una piscina para el uso de los trabajadores y sus familias.
Su fundación se remonta a 1864, siendo proclamada PATRIMONIO DE LA HUMANIDAD el 17 de Julio del 2005. También cuenta con un tour turístico que llama la atención de nuestros visitantes extranjeros.
